El Festival de Teatro de Mérida bate récords de asistencia y recaudación
En un tiempo de crisis, en el que, casi por sistema, se pone en duda la rentabilidad de invertir en cultura, las cifras de espectadores que asistieron al Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida han venido a golpear con dureza esta nefasta idea. La edición de 2015 ha sido con gran diferencia la que más espectadores ha atraído hasta las gradas del teatro romano de la localidad extremeña, con el consiguiente aumento de recaudación en taquilla y de beneficio para hosteleros y comerciantes de la región. En total, han sido 158.302 espectadores los que han disfrutado de alguna de las obras puestas en escena este verano en los diversos teatros que son sede del evento.
No hay duda de que la labor de Jesús Cimarro, director del Festival, está dando unos espectaculares frutos en forma de aumento de calidad, variedad y, ante todo, en la diversificación de los espacios que ocupa este evento. En efecto, el año 2015 ha sido el primero que ha visto cómo el Festival desbordaba los límites de Extremadura y se hermanaba con teatros de Madrid durante unas semanas, permitiendo poner en cartelera algunas de las obras estrenadas previamente en Mérida. De este modo, el nombre del Festival ha tenido un mayor eco, y la cantidad de pública que se ha desplazado hasta Mérida ha aumentado. Otras actividades, como las recogidas en la llamada "programación off", han atraído a numerosas personas, interesando especialmente a los más pequeños gracias a su componente lúdico y atractivo. Las redes sociales han sido el último puntal sobre el que se ha erigido este éxito espectacular. Tanto la página de Facebook del Festival de Mérida como su cuenta de Twitter o el canal de Youtube han registrado un aumento exponencial de los seguidores gracias a una actividad continuada de información e interacción con los usuarios.
Las cifras no dejan lugar para la duda. El superávit conjunto del Festival supera el medio millón de euros. Un número que deberían tener muy presente aquellos que abogan por recortar en cultura para primar otros gastos. Atrás quedan polémicas como la suscitada por el por fortuna abortado torneo de pádel en el anfiteatro. Mérida, ajena a la controversia política, se consolidan como una de las capitales culturales de Europa.
Fuente: ABC
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